domingo, 22 de mayo de 2011

We're born in your city.


Madrid, locura, caos, desorden alimenticio, drogas, insomnio, todas las noches que te imagines contadas de una en una, de cama en cama, de copa en copa, de historia tras historia. Rutina. Dolor. Vacío. Vacaciones inesperadas. Una tienda de campaña. El sueño de tu vida. El polvo de tu existencia. El chico de tus sueños. Los apodos feos. Las miradas perdidas. ¿Cuatro vidas más? Creo que he tenido suficiente, gracias. ¡Para! Para. Pero no puedes. El alcohol no es la solución pero si la vía más fácil. Los vestidos cortos. Las faldas altas. Sujetadores azules al orden del día. ¿O quizás la noche? Mierda. Ya no sé ni que contarte. El móvil revienta lleno de polvo. No contamos con los dedos de las manos. No dirigimos la vida en señales de tráfico. Coches de colores. Vómitos en la esquina del baño. Y otra copa. Y otra más. Y una mano agarrada en la cadera. Tu vida en quince minutos frente a tus ojos. Folios quedaron atrás llenos de bolígrafos negros. Bibliotecas. Atrás, tanto que parece que nunca formaron parte de nuestra vida. Julio. Agosto. Septiembre. Bailar. Beber. Y seguir bebiendo. Conciertos en la azotea del Bellas Artes. ¿Crees que seríamos capaces de hacerlo en la carretera? Sí, como aquella canción de los Beatles.. Why don't we do it in the road? ¿Por qué? Dame tres razones para perderte en una semana cuatro días en el culo del mundo. Pasando frío. Durmiendo en tienda de campaña. Sin espejo. Maquillaje o plancha del pelo. El verano, es mucho más que eso compañero. Y no me voy a perder uno de sus mayores encantos. Concierto. Tú. Saco de dormir. Cervezas. Degustaciones. Fiestas con desconocidos. Tres días para hacerlo en el arcén, en la carretera o en el cielo que no sólo oscurece aquí, sino en el de todas las partes del mundo. ¿Has tomado nota? Pues ahora ya puedes empezar, no hay vuelta atrás.

No hay comentarios:

Publicar un comentario